Tira y hala entre Panamá y Nicaragua por Martinelli

El asilo político otorgado por el gobierno de Nicaragua al expresidente panameño Ricardo Martinelli Berrocal, ha provocado tensiones diplomáticas entre el gobierno de Panamá y su similar del país centroamericano.

Martinelli se encuentra asilado dentro de la Embajada de Nicaragua en Panamá, ubicada en La Alameda de Betania, desde el pasado miércoles 7 de febrero en un intento por evitar cumplir una condena de 10 años y ocho meses de prisión por lavado de dinero.

El Ministerio de Relaciones Exteriores en Panamá convocó este viernes a consultas a la embajadora de Nicaragua Consuelo Sandoval Meza, a quien le comunicó que el Gobierno negó el salvoconducto solicitado para que Martinelli pueda salir de Panamá.

Nicaragua dio asilo a Martinelli por considerarlo perseguido político, cuando el lavado de dinero es considerado un delito común en Panamá.

El gobierno panameño solicitó a la embajadora nicaragüense que la sede diplomática cumpla las funciones establecidas en la Convención de Viena y de paso le lanzó la advertencia de que podrían romper relaciones diplomáticas.

“Toda acción, declaración o comunicación que realice el expresidente Ricardo Alberto Martinelli Berrocal desde la sede diplomática y repercuta o impacte en la política doméstica de Panamá, será considerada una injerencia en los asuntos internos de nuestro país y, por tanto, generará consecuencias diplomáticas”, advirtió la Cancillería panameña a Nicaragua a través de un comunicado de prensa.

La respuesta de Nicaragua

De inmediato el gobierno de Nicaragua respondió a Panamá por medio de otro comunicado dejando claro su desacuerdo con lo decidido.

“No reconocer el asilo y negar el salvoconducto constituye una violación de la Convención sobre asilo de 1928”, dice un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua.

Agregó el gobierno de Nicaragua que “el asilo político debe ser respetado como un derecho humanitario. Nicaragua reitera que el asilo al señor Martinelli ha sido concedido por considerarse perseguido por razones políticas”.

La Embajada de Estados Unidos en Panamá se pronunció a través de su cuenta en la red social X, criticando el asilo político de Nicaragua a Martinelli.

“El asilo que el gobierno Ortega-Murrillo otorgó al expresidente panameño Ricardo Martinelli es otra de tantas decisiones que socavan el Estado de Derecho y la justicia. Los funcionarios de gobierno que traicionan la confianza ciudadana deben rendir cuentas”, dijo la representación diplomática estadounidense.

Martinelli esta postulado como candidato a presidente de la República de Panamá por los partidos Realizando Metas y Alianza, para las elecciones generales del próximo 5 de mayo.

Sin embargo, queda inhabilitado para ejercer cargos públicos tras la condena de 10 y ocho meses años de prisión; la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia le negó una casación, último recurso legal que tenía para revertir la sentencia.

Después que Martinelli se refugió en la Embajada de Nicaragua para evitar cumplir la condena de prisión, el Tribunal Electoral y la Fiscalía General Electoral se pronunciaron dejando claro que no podrá correr para presidente en las próximas elecciones.

La Sala Penal ya remitió el expediente del caso de Martinelli al Tribunal Superior de Litigación de Causas Penales, para continuar los trámites previstos por ley para que la condena al expresidente quede en firme.

Martinelli fue condenado a 10 años y ocho meses de cárcel y al pago de $19.2 millones, por delito de blanqueo de capitales por el Caso New Business, por la compra del medio de comunicación Editora Panamá América con fondos públicos.

Mientras tanto, Martinelli sigue refugiado en la Embajada de Nicaragua y los tribunales de justicia en Panamá no han emitido una orden de detención en su contra.